«La Capital Industrial de México«, así llaman a Monterrey, no solo en México sino en otras partes del mundo, porque nuestra ciudad no es cualquier ciudad. Nuestra ciudad tiene historia, y no solo por ser cuna de grandes empresarios, sino porque es una casa que se ha forjado con esfuerzo, con valor, con lágrimas y por supuesto con mucho amor. Cuando salimos de nuestra tierra y nos preguntan de dónde somos, es natural sonreír al responder. Por esas cosas, entre muchas otras, los regios amamos nuestra tierra, y sentimos orgullo al decir que somos de Monterrey.
Monterrey ha vivido momentos de gloria, y claros ejemplos de fortaleza en días difíciles, porque los regios siempre hemos dado la cara por nuestra ciudad, trabajando a diario para que esta tierra siga creciendo. Hemos sido testigos de hechos sumamente tristes, sin embargo, la esperanza no nos abandonó nunca, aunque a veces estuvo a punto de marcharse algunos no lo permitimos, y aquí estamos.
Pero el amor que le tenemos a nuestra ciudad nos hace darnos cuenta de que las cosas no van bien, porque hay amores que no ciegan, como este. No podemos tapar el Sol con un dedo, hoy Monterrey está en crisis, todo por un sueño, que se traduce en un ejercicio egoísta que no valió la pena, la pena de miles y miles de regios que diariamente sufrimos al observar cómo han maltratado nuestra tierra, cómo la han querido ridiculizar ante los ojos de México y el mundo.
Nuestra altiva ciudad de Monterrey no es la misma, ha cambiado. El gris invadió sus calles, pareciera que la tormenta ha sido permanente, y nos duele que algunos por ambición quieran acabar con ella. Es increíble darnos cuenta de que en tan solo un par de años algunos han tratado de derrumbar el trabajo de décadas, de quienes han construido con mucho esfuerzo el orgullo de todo Nuevo León.
A los regios nos da tristeza que por culpa de algunos descuidados nuestra ciudad esté sumida en un bache, el abandono es evidente, no es exageración. Si bien Monterrey ha vivido crisis, malos ratos, descuidos momentáneos, hoy por hoy somos testigos a diario de que algunos se están olvidando de esta tierra, lo peor del caso es que los olvidadizos son los mismos que gobiernan, municipalmente hablando… ¿A poco no?
En este caso no se valen las justificaciones, porque estas personas se han encargado de maltratar a nuestra ciudad, de descuidar la marca, de dejar en el olvido la historia de Monterrey, pero a los regios no se nos olvida el orgullo que sentimos por nuestra tierra. No nos cansaremos de luchar porque la Sultana del Norte recupere su brillo, ese que se nos quedó impregnado en el corazón. Por ese amor que le tenemos a Monterrey, vamos a seguir trabajando para que nuestra ciudad recupere lo que por unos cuantos ha ido perdiendo.
Los regios no nos quedamos callados, y por naturaleza hablamos «golpeado», no nos andamos con medias tintas, no nos «rajamos» porque somos norteños. Sí, nuestra ciudad está en un gigantesco bache, pero no por eso volteamos la mirada a otro lado, aquí estamos y vamos a seguir trabajando, exigiendo, luchando porque Monterrey siga siendo nuestro orgullo. Entre todos podemos hacer que la Sultana del Norte vuelva a ser orgullo de México.
Ana Rent
@AnaRent