Una protesta el día de ayer en el Congreso del Estado por poco y acaba en una trifulca, ya que más de mil personas se plantaron en los accesos de dicho lugar e impidieron la salida y entrada de cualquier persona.
Los quejosos exigieron a los Diputados que aprobaran el dictamen de rechazo a la Reforma Constitucional al Artículo 24 el que dice a la letra:
«Artículo 24. Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la Ley«.
El Congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohiban religión alguna.
Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos.
Los que extraordinariamente se celebren fuera de éstos se sujetarán a la ley reglamentaria.
Los inconformes pidieron a los Diputados que no se dejara este dictamen para la próxima legislatura, y no se deslindaran de su responsabilidad ya que esto ya lo habían aprobado el miércoles pasado en Comisiones.
José Guadalupe Calderón quien es el líder de familias evangélicas del Foro Cívico México Laico mencionó, “Es una demanda justa lo que estamos pidiendo y respetuosamente hemos esperado a los legisladores. no estamos pidiendo un favor, es una demanda justa y necesaria, lo que queremos es que se apruebe en el Pleno lo que se aprobó en comisiones, que no le dejen la chamba a los demás«.
Aproximadamente la protesta duró seis horas, ya que llegó al lugar Felipe de Jesús Gallo, quien es director de la Fuerza Civil, y en tono amenazante le dijo a José Guadalupe Calderón, «Garantíceme que haya libertad de entrada y salida de este edificio, si no voy a tener que ejercer el uso legítimo de la fuerza pública«.
Y a final de cuentas las cientos de personas se tuvieron que retirar para no caer en provocaciones, y los diputados también abandonaron el Congreso sin aprobar el dictamen en contra de la Reforma al Artículo 24.
Bernardo Reyes