Cuántas veces hemos escuchado a las personas mayores que los espejos deben permanecer cubiertos por las noches, tal vez muchos o quizá no, lo cierto es que las leyendas o supersticiones sobre el espejos siempre han causado intriga para muchos, y aunque científicamente el espejo se inventó hace 200 años, se han encontrado piezas que eran usadas como “espejos” desde hace unos 8 mil años atrás.

Los utensilios de tocador fueron muy usados en las civilizaciones egipcia, griega, etrusca y romana, siendo elaborados con metal bruñido, generalmente cobre, plata o bronce, sin embargo desde que los seres humanos se vieron por primera vez a sí mismos en un espejo, ha existido una gran fascinación y misterio en lo que se refiere a estas superficies reflectantes, las cuales según se cuenta han sido utilizadas por algunos como portales hacia otras dimensiones y como poderosos artefactos con poderes de invocación y capaces de atraer espíritus y almas.

En algunas culturas antiguas creían que los espejos reflejaban el alma o la “sombra del alma”, pudiendo mostrar la verdadera naturaleza de la persona que estaba siendo reflejada, lo que alimentó las leyendas sobre los vampiros y los demonios que no se reflejaban en los cristales, ya que éstos no tenían alma que reflejar (la ausencia del reflejo revelaba su verdadera naturaleza diabólica), mientras que algunas civilizaciones creían que a través de ellos se podía invocar a los muertos.

Para la tradición judía era importante cubrir todos los espejos en una casa donde alguien había muerto, mientras la familia realizaba el período de luto de siete días, pues se creía que si los espejos no estaban cubiertos el espíritu del difunto podía quedar atrapado en alguno de estos objetos, quedando imposibilitado de pasar a la otra vida.

En otras culturas los espejos se cubrían por la noche mientras la gente dormía en sus casas, para asegurarse de que el alma del soñador no quedara atrapada en uno de ellos.

Los espejos son considerados por algunos expertos en temas paranormales como portales dimensionales, es decir, como un punto de entrada y salida de energía espiritual; los espejos serían algo así como agujeros, aperturas o “ventanas” de campos de energía que rodean a los reinos espirituales y dimensionales.

Es por eso que algunas entidades como los espíritus podrían deslizarse a través de las aberturas de los espejos en el plano físico, lo que implicaría también que los espíritus más negativos también podrían acceder a estos portales, debido a que la capa astral más cercana al plano físico está lleno de los denominados bajos astrales (una zona intangible, de otro plano de la existencia, donde se mueven seres negros, entes también llamados ‘bajos astrales’ y que, al ser invocados, traen siempre dolor, malestar y sensaciones y sentimientos no deseados).

Los psíquicos afirman que la visualización de un espejo por la noche, a la luz de la velas, pueden conllevar muchos peligros, pues según los mitos y las leyendas el espejo mostrará no sólo tu reflejo, sino que también el de las supuestas entidades paranormales que habitan en el hogar, ya sean fantasmas, almas en pena y demonios, además de eventuales presagios de muerte, incluida la propia.

Algunos aseguran que si una persona, de noche y en una habitación totalmente a oscuras, se para enfrente de un espejo con una vela o dos, mirando atenta y fijamente su reflejo, identificando correctamente todos los detalles de su cara, concentrándose en la imagen, sin pensar en nada, podrá apreciar que el reflejo del espejo, poco a poco, comenzará a marcar ciertas facciones que en un principio la persona no identificará como suyas. Llegado a este punto, la persona comprobará poco a poco que la persona que está viendo en el reflejo del espejo es otra. Según algunos, lo que se sucede en este caso es que la mente identifica una imagen que primero se identifica con la persona, imagen que poco a poco se va diluyendo, dejando al subconsciente trabajar y ver un lado nuestro que nosotros no podemos ver. Algunos relatos aseguran que personas que han hecho este “experimento” se han visto a sí mismos, pero de una edad avanzada.

Para la gran mayoría de la gente los espejos son sólo útiles artículos de tocador donde nos vemos reflejamos y esperamos ver algo que nos guste, pero para algunos son poderosos artefactos espirituales, cuyo uso incorrecto podría aparejar algo peligroso y poderoso.

Regiando

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