Muy cerca del famoso Panteón de Dolores, se encuentra “La Casa de la Tía Toña”, en la tercera sección del Bosque de Chapultepec en la Barranca del Castillo, para todos los amantes de lo paranormal es un atractivo turístico en la Ciudad de México.
De acuerdo a la leyenda, la propietaria de esa lujosa casa era una señora solitaria que decidió alojar en su residencia personas con necesidad de un techo y comida, para ella significaba mucho sentirse acompañada, así que alojó a muchos niños que vivían en la calle y servía comida a familias enteras que vivían en la pobreza.
Sin embargo “La Tía Toña” como era llamada por los niños y jóvenes que vivían con ella, sufrió el desprecio de muchos de ellos que aprovechaban que la mujer se sentía cansada y le robaban artículos de la casa y dinero que tenía guardado en su propio hogar.
Los niños fueron unos malagradecidos con ella, pero al verlos robar y burlarse de ella, la anciana tuvo un ataque de ira y coraje, decidió asesinarlos uno a uno y arrojar los cuerpos por la barranca y así deshacerse de la evidencia del asesinato de más de 30 niños y jóvenes.
Cuentan algunos familiares que estuvieron al servicio doméstico de “La Tía Toña” que al recobrar la
cordura y darse cuenta de su delito, se encerró en su casa y despidió a las pocas personas que le ayudaban.
Al paso de los años nadie la volvió a ver, pero dicen y cuenta la leyenda, que “La Tía Toña” que su cuerpo y su espíritu siguen en la vieja casona, ya que han visto a la anciana asomarse por la ventana, así como también escuchan algunas risas acompañadas de lamentos de los niños que ahí murieron.
La propiedad se encuentra habitada y tiene vigilancia, sin embargo muy pocas personas visitan a los que ahí habitan, se dice que son familiares de la anciana, para llegar se tiene cruzar un viejo puente de madera que atraviesa la barranca, las condiciones de éste no son nada recomendables, ya que sus habitantes pocas veces salen de ella, aunado a que sea el mes que sea y el clima que haya, a la propiedad la rodea una extraña niebla.
La década pasada “La casa de la Tía Toña” volvió a resurgir, ya que a sus alrededores ocurrieron varios accidentes mortales, ya que había muchos curiosos que viajaban para visitar la famosa casa, pero por la niebla les jugaba una mala pasada y perdían pisada y caían al barranco, dicen que es porque la anciana no quiere que se acerquen a su propiedad.
La casa se ubica en una lujosa privada residencial en Cumbres de Acutzingo, pero es posible accedes a los alrededores caminando en la zona boscosa.
LAS OTRAS VERSIONES DE LA LEYENDA:
Se dice que la Tía Toña guardaba en su casa una cantidad de dinero considerable, producto de la herencia que su marido le dejó al morir, y con el que podía llevar a cabo sus obras de caridad. Sabiendo lo anterior, algunos de los muchachos que vivían con ella tomaron la decisión de robarle todo el dinero y huir.
Pero una noche, cuando los demás dormían, estos niños revolvieron los cajones y muebles buscando el botín, fue tanto el ruido y el escándalo, que la dueña de la casa despertó y los descubrió buscando el dinero, dicen que comenzó a regañarlos muy enojada, les gritaba que eran unos malagradecidos y ellos, por temor a ser entregados a la policía, comenzaron a golpear con distintos objetos a la tía Toña, tras causarle la muerte, se dieron a la fuga.
No se encuentran datos precisos de quién o quiénes son los dueños del predio, pro hay quienes afirman que la casa luego de estar abandonada por muchos años y ya estando la leyenda entre los habitantes de a Ciudad de México, ésta fue expropiada por José López Portillo, entonces Presidente de México, quien deseaba construir una mansión para sus familiares, durante la década de los setentas la zona se encontraba fuertemente custodiada por patrullas.
Laurita Garza
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