Para muchos que viven en los Estados en donde continuamente ocurren terremotos, no es suficiente conocer las medidas de seguridad que se tienen que tomar antes, durante y después de un sismo, ya que si bien éstas podrían ayudar, nada está escrito contra la naturaleza, muestra es los terremotos de alta magnitud ocurridos en California.
México está afectado por cinco diferentes placas, la mayoría del país se encuentra en la placa de América del Norte, la Península de Baja California en la del Pacífico y la parte sur, Chiapas por su parte está en la placa del Caribe, así como las costas del Pacífico entre Jalisco y Chiapas, sin embargo hay dos placas en el fondo del mar, a estas se les llama Cocos y Rivera.
Las placas subacuáticas se están metiendo por debajo del manto de América del Norte, por lo tanto están creando una zona de subducción. Los sismos que se han registrado recientemente en distintos municipios del Estado de Guerrero desde el mes de abril, han ocurrido en esa zona.
Los terremotos estrechamente sincronizados durante más de cien años, han dejado tanta tensión acumulada en las principales fallas del Área de la Bahía de San Francisco en Estados Unidos, como el gran terremoto de San Francisco de 1906, que sugiere dos posibles escenarios para el próximo Big One que científicos han predicho que se espera que supere los 8 grados Richter, que ocurra en California y afecte la ciudad de Los Ángeles y que por tanto desencadene una serie de terremotos en México y que ocurra lo que se ha venido pronosticando, que Baja California Norte y Baja California Sur se desprendan del territorio mexicano.
Así que los científicos se inclinan más por un grupo de grandes terremotos y no solamente el Big One, después del terremoto de 1985 en la Ciudad de México, se han instalado 12 acelerómetros en las costas de Guerrero, ya que en ese Estado es donde se registran intensas actividades sísmicas, lo mismo ha hecho Estados Unidos en las costas de California, ya que para los gobiernos en mucho ayudará el sistema de sensores que lanzarán la alerta en caso de un Big One.
Desde hace más de dos décadas los investigadores llevan un minucioso seguimiento de las zonas más activas en el mundo a la espera de lo que los geofísicos americanos han llamado The Big One, un sismo de magnitud 9.0. “No se puede descartar. No podemos saber cuándo, pero en algún momento se va a producir. Ni aquí, ni en Chile o China se puede hacer una predicción”, señalan los expertos.
Sin embargo la constante actividad sísmica en el mundo, ponen en alerta a todos los gobiernos del mundo, ya que de llegar el Big One seguido por una cadena de terremotos de igual magnitud, sería el desastre más grande que sufriría la humanidad, ya que los últimos sismos registrados en el Estado de California es una alerta roja, ya que en cualquier momento el temido terremoto de terremotos el Big One pueda ocurrir antes de lo esperado.
Regiando
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